Cálculo de temperatura de un objeto
Cuando un objeto aumenta la temperatura, el pico de radiación del mismo baja en su longitud de onda. Simultáneamente la energía irradiada en cada longitud de onda se incrementa. Recordemos que el espectro de luz visible va del rojo al azul pasando por el amarillo y verde. Los objetos calientes de baja temperatura tienen su pico de emisión en la banda infrarroja, cuando se empiezan a calentar mucho los vemos poniéndose rojos y después pasan por toda la gama de colores del espectro disminuyendo su longitud de onda, es decir, aumentando su energía y frecuencia.
En el gráfico se ven las curvas de diferentes objetos a distintas temperaturas que van desde los 3000ºK (2700ºC) hasta los 7000ºK. Al aumentar la temperatura el pico de radiación aumenta en frecuencia de onda e intensidad.
Por tanto, si se mide la energía de un objeto irradiada en una frecuencia/longitud de onda (color) determinada, se puede deducir la temperatura que tiene. Más información sobre esto en estos link1. link2. wikipedia
Así es que con telescopios lo suficientemente potentes para poner en el campo visual al planeta entero, o una poción de él, un detector puede medir la energía que viene del mismo y su temperatura.
Cálculo de la temperatura de Marte
En el caso de un planeta, este no solo emite radiación que manifiesta su temperatura sino que también refleja la del Sol. Recordemos que podemos medir la energía de una frecuencia determinada del espectro para averiguar la temperatura del objeto, por lo que entonces debemos medir energías de longitudes de onda/frecuencias que no correspondan con las reflejadas por el Sol para no tener una medición errónea.
El Sol posee una temperatura de alrededor de 6000ºK por lo que tiene un pico de emisión de 600nm ó 0.6 micrones. La Tierra está alrededor de los 300ºK y pico en 10 micrones ó 10.000nm. Finalmente resulta que lo lógico es medir en la longitud de onda donde la temperatura esperada del objeto hace pico de energía lejos de la que el Sol produce.
Lamentablemente observando desde la Tierra, hay que tomar en cuenta que la longitud de onda en la que se mide el objeto no sea absorbida por la atmósfera. Nuestros ojos se adaptaron a ser sensibles justamente en la longitud de onda en la que nuestro Sol emite la mayor cantidad de radiación pero en las frecuencias del infrarrojo donde debemos medir hay problemas de absorción de la atmósfera.
La atmosfera absorbe distintas longitudes de onda a través del ozono, dióxido de carbono y vapor de agua. El detalle de estas mediciones radiométricas se puede ver en este paper de Sinton & Strong
Así se logró –por 1060- enfocando el telescopio sobre distintos lugares del disco planetario, ver cómo variaba la temperatura al mediodía y a la noche entre –60º y 20º.